lunes, 21 de diciembre de 2015


Ha sido más que un gusto para mí haberte conocido, el viernes 6 de febrero de 2015, un día que no cambiaría por nada, y aunque no te haya hecho caso como en cualquier historia de amor que haya sido planeada, teníamos un porqué ¿no lo crees? 
Después de casi más de 10 meses, sigo siendo la más feliz, y sigues gustándome cada día más. Junto a todos tus celos, tus locuras, tus enojos, tus berrinches, cada mala palabra, grosería y llanto, que ahora también se han vuelto parte de mí. 
No cambiaría por nada haberte dicho que no, o haberte dicho alguna vez te odio, ni tampoco cambiaría ninguna pelea, ya que cada una de ellas nos han hecho estar aquí, y ser quienes somos.
Me ha encantado que sea yo con la cual peleas, a la que odias y no quieres ver a ratos, a la que le pegas con la almohada, a la que le enseñas la lengua y muestras tu lado más humano. 

Porque a esa, buscas para solucionar las cosas, y si te vas 5 segundos, das media vuelta a la mitad del camino y regresas, a la que abrazas después de un par de gritos, y le sonríes de la forma más tierna. A la que buscas cada hora, y le has enviado más de mil textos, a la que ves con otros ojos, a la que llamas amor. Ser a quien das de besos, a quien abrazas tan fuerte que romperías, eres capaz, pero no es lo que quieres. A la que sujetas del cabello, de la cintura, del rostro... 

Me ha encantado ser a quien llamas amor de tu vida, y fascina llamarte a ti amor de mi vida, porque así somos, parte de nosotros mismos. Hacemos el amor, y lo somos. 

Te amo. 

2 comentarios:

Noa dijo...

''Hacemos el amor y lo somos''. Eso sí que es tierno.

Acabo de descubrir tu blog, así que, poco a poco iré leyéndote un poco más.

Espero que tengas unas felices fiestas,

Noa

Holden dijo...

Es tan tierno. Me recuerda a cartas así que recibí de mujeres que en algún momento pensaron eso. Vaya mierda, ¿no? Como terminan algunas historias, digo. Espero que la tuya sea cojonuda. Y ya sabes: que sea cojonuda no quita que tenga sus malos momentos pero, ¿quién quiere la perfección? ¡Menudo rollo sería eso!