Quería volver a desear en el fondo tener a alguien que le sostuviera la mano fría, que le acariciara el rostro, y tomara de la nuca para besarla, quería traerla de nuevo y hacerse diferente una vez más, hacerse la rara, quitarse ese disfraz que traía aparentado de ser una chica hermosa cuando antes era demasiado tímida para usar siquiera un escote. Quería de nuevo ir a buscar acuarelas y libretas que quizá no llenaría por miedo a que alguien leyera sus sentimientos más profundos.
Quería volver a escuchar esas canciones que quizá intentan aparentar en esas películas de chicas solitarias y tristes, con mala suerte en la vida, pero ella se sentía bien así, se sentía a salvo de cualquiera, no tenía que estar al pendiente de nadie, no tenía a quien llamar, a quien buscar...
Pero te encontré a ti, y cambió todo, me diste la vuelta, quizá demasiado rápido sin darte cuenta que tenías que cuidarme día a día, sin dar por visto cualquier detalle. Sin saber que era la flor más delicada por dentro, porque la misma cantidad de orgullo que hay en su ser, es su coraje por luchar por tu amor, y ese amor que siente por ti, incluso más grande. Esa mujer que antes era no puede volver a ser, si llegó a ser así por que le rompieron los recuerdos, los sentimientos, el corazón, esta vez no podrá soportarlo, esta vez no habrá que salir a buscar flores, esta ocasión no habrá luz, no habrá sentimientos intactos, no van a quedar ni siquiera las cenizas, no habrá esperanza...
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