jueves, 29 de enero de 2015





He llorado en silencio hasta quedarme dormida, hasta que me duelan los ojos, sin soltar ni un gemido, cerrando el puño y enterrándome las uñas en mi propia palma, rasgándome con la otra mano la muñeca por no saber qué hacer y ver como ésta enrojece. Me han quedado los ojos hinchados, las mejillas entre sonrojadas y la cara demacrada después de unos días. 
He dejado de comer cuando me da hambre y lo he hecho solo las veces necesarias, le he dicho a las personas que estoy bien, mi manga derecha se ha mojado y secado una y otra vez, la voz quebrada se ha tomado el gusto de ser la habitual igual que la mirada ingenua y esquiva. 
El cabello enredado que solo aparto con un dedo de mi rostro. Y a la vez yo tan inquisitiva pero irreflexiva al hacerme la pregunta “¿Qué estoy haciendo?

2 comentarios:

Kristalle dijo...

Eso me ha pasado a mi alguna vez y cuando me he querido dar cuenta he dicho eh pero que hago? te entiendo mucho..
Saludos

Nati dijo...

Creo que a todas hemos pasado alguna vez por eso.. lo bueno es darnos cuenta y decir "ALTO, no quiero esto para mi vida" y seguir adelante con la cabeza bien alto, que la vida no se ha hecho para los cobardes.

ÁNIMOS QUERIDA.

Nos seguimos leyendo, ¿nos seguimos?
SALUDOS, con cariño Natalia.

☆ DREAM A NEW WORLD ☆