sábado, 5 de julio de 2014



Si supieras la manera en la que te extraño, tal vez estarías aquí conmigo.

Disculpa si no sé demostrarte que me importas, tener malas experiencias nunca es justificación para no demostrarle a alguien que no le quieres, sin embargo, así pasa y día a día te das cuenta que nada tiene motivo de ser, o simplemente no le hayas, o puede que no le busques, quién sabe.
Te pido perdón si no te inspiro la confianza suficiente como para que escapes un día conmigo y me cuentes la raíz de cada problema tuyo, me encantaría que así fuera, pero las cosas nunca van a ser tal y como queremos, no todo, de eso no se trata la vida.
Lamento no ser la persona a la que veas a diario, tal vez nuestra vida rutinaria no nos lo permite, o no lo permitimos nosotros mismos, sin embargo, cada día que te veo, aunque sea uno a la semana me llena de alegría y me hace saber que cada día que te veo fue mejor que el anterior, la distancia no es del todo mala, que la gente sólo vea el lado malo no es asunto nuestro.
Perdón por pensarte cada día ¿aproximadamente 5 veces te es suficiente para saber que me gustas? He llegado al grado de soñarte, y no fue una mala experiencia, excepto aquella pesadilla, pero las pesadillas también cuentan como sueños ¿cierto?
Perdón por sonreír cada que veo en alguna red social tuya algo alusivo a mi, pero sé que al menos te has acordado de mi, ¿lo harás como yo lo hago? Tal vez no, lo dudo, quizá yo piense más en ti que cualquier otra cosa, pero no quiero que lo sepas.
Disculpa si te quiero de ésta manera tan bonita, tan de... « Me importa desde como te sientas, hasta cualquier cosa que te llegue a la cabeza, no importa qué sea »... en éste tipo de situaciones, siempre hay uno que quiere más, espero no ser yo.

En realidad no creo que deba pedirte disculpas por ninguna de éstas cosas, en realidad no creo que éste escrito tenga una dedicatoria. O sí.

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